2º SALIDA 186KM MÁS DE 1500+

Comienzo con mi desayuno de siempre, como ya he explicado (F1 Sport + Bebida de hierbas).
Esta ruta es una de las que más kilómetros se preveían como así ha sido. Hemos salido un buen grupillo de 8 personas, Edu, José María, David, Román, Arusa, José María(Archena), Fran y yo.
Comenzamos la ruta a las 8 de la mañana, yo salgo un ratillo antes, ya que tengo que llegar al inicio de la salida de la vía verde. La verdad que empezamos con buen ritmo, a sabiendas de que superaríamos los 170km. Mi objetivo era subir con una media de casi 20km/h a Caravaca.
Todo va bastante bien, de ritmo de compañía, por suerte no tenemos averías en ese tramo de la ruta, donde históricamente es zona de pinchazos.
Durante la marcha voy utilizando agua y mi isotónico (prolong) el cual va haciendo su trabajo en el cuerpo, ya que la ruta se va a hacer muy larga.
Hacemos una parada en el apeadero de los Baños de Mula, donde cada uno come lo que lleva, yo lógicamente mi barrita, aunque no me la como entera en la parada, ya que sigo sin acostumbrarme a comer parado, siempre me gusta comer en marcha, además vendría la sorpresa que les tenía preparada a mis compañeros.
Llegamos a Mula y en Mula tenía una sorpresica para mis compañeros, por que también se merecen que los cuide y les de alguna que otra sorpresa, jeje. Me los llevo al castillo de Mula, subiendo por una zona encementada, que no conocía, la verdad que muy dura, según el track con una pendiente de un 19% la subida tenía poco más de 1 kilómetro pero muy duro, coronamos con casi 48 kilómetros, por lo que después con los kilómetros se notaría esta subida, por que quedaba todavía de ruta 140 kilómetros.
Una vez que bajamos nos dirijimos hacia el Niño de Mula, donde recargamos agua, aunque yo no necesito mucha agua.
Una vez que salimos del Niño nos dirijimos hacia Bullas, en ese tramo ya empieza a pasarlo mal uno de los compañeros, es un tramo de unos 15km que siempre va picando para arriba con una pendiente constante del 2%.
Mis sensaciones la verdad que son mejor de lo que me pensaba, me voy encontrando muy bien últimamente, cosa que me motiva más todavía.
Al llegar a Cehegín hacemos una parada para reagruparnos, allí aprovecho para empezar a comerme otra barrita y rellenar agua y en uno de los bidones me echo otra dosis de Prolong, ya que es muy importante ir comiendo durante toda la ruta, y con el prolong lo voy haciendo.
Retomamos la marcha sin perder mucho tiempo, una vez llegamos a Caravaca es visita obligada al Santuario en el cual la subidita también se las trae. José María prefiere esperarnos abajo, ya va muy madurito. Una vez arriba nos echamos las fotos de rigor y para abajo a recargar un poco las pilas en la plaza del ayuntamiento de Caravaca.
Comenzamos la vuelta, llevamos unos cuantos kilómetros ya en las piernas, así como 90, nos quedan los mismos para llegar, dos personas del grupo nos dicen que en Cehegín esperan al coche que les va a recoger, una pena, pero realmente quedaba mucho por delante todavía.
Llegamos a Cehegín sin mucho esfuerzo, pero desde Cehegín hasta Bullas creo que es mi peor tramo, aunque realmente íbamos apretando y creo que eso fué lo que noté bastante, rápidamente nos metemos en Bullas y empiezan a caernos las primeras gotas de lluvia (mucho habían tardado), después de la subida que nos deja en la parte alta de Bullas, decidimos seguir con el plan previsto pese a las lluvias y vamos al salto del Usero, un sitio muy bonito de visitar, bajo nuestra opinión.
Saliendo de Bullas empieza a llover en serio, y decidimos intentar ir delante de la nube, para pillar la menos agua posible, la sensación era de bajar volando, menos mal que siendo precavido me comí una barrita para llegar con ella hasta el Niño, más adelante el gps nos lo confirmaría que la velocidad en el tramo fué de casi 30km/h.
Paramos en el Niño de Mula, para comer darnos el homenaje momentáneo de la ruta que estábamos haciendo, bien merecido por cierto. No nos habíamos llegado a sentar cuando calló un diluvio, menos mal que decidimos parar, de lo contrario, seguro que nos hubiésemos bañado sobre la bici. Una vez que pareció haber parado y llevar el estómago lleno, cogemos agua y además conociendo la compañía decido utilizar la última dosis que me quedaba de Prolong que por cierto he utilizado hoy 3 bidones completos de este isotónico. Comenzamos en descenso, con la suerte de que a Ángel se le mete una avispa en el casco y según el le ha picado 3 veces, o sea que ya llevado el veneno en el cuerpo, jeje. Poco a poco vamos cogiendo ritmo dirección Campos del Río y comiendo kilómetros a pasos agigantados. Entre medias, no dejo de hidratarme ya que se que la compañía que llevo todavía les queda un arreón bueno si dicen de apretar.
Saliendo de Campos del Río a un compañero se fastidia el cambio, por lo que tenemos que hacer una parada para intentar solucionarle el problema, no podrá subir mucho piñones hasta que llegue a su casa.
Estamos llegando al punto de partida, en ese tramo es donde veo que no voy tan mal, ya que decido dar un apretoncillo en el tramo de subida, un tramo de unos 2 km con una pendiente media del 2%, donde bajo mi tiempo récord y llevando una velocidad media por encima de los 26km/h, menudo apretón y casi esprintando al final. Eso me ha dado a entender que no voy haciendo las cosas mal, ya que después de más 170km en las piernas esos apretones son muy difíciles.
Una vez coronado la subida a descargar piernas como se puede, por eso decido dar una vuelta antes de llegar a casa, haciendo unos 10km más, para bajar pulsaciones como dios manda y empezar con la descarga de las piernas sobre la bici.
Una vez en casa, no puede faltar mi recuperador, es obligado en estas rutas, por supuesto antes de ducharme ni hacer nada.
Y antes de acostarme con mi cena me tomo el Restore que esas noches el descanso es tan importante o más que el entrenamiento.
Así que con esto creo que no me dejo nada en el tintero, espero que no os aburra mucho la crónica. La próxima será el día 1 de Mayo.
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